lunes, 12 de agosto de 2013

«The Phoenix and the Turtle»: el amor tiene la razón.


«The Phoenix and the Turtle» es un poema de Shakespeare (aquí lo que dice Wikipedia) donde describe con asombro lo que sucede cuando muere uno de los «amantes perfectos». Los que se aman, dos seres «separados» en su individualidad, sólo se compre[he]nden a sí mismos como «concordes».

Si Pascal se conforma con aquello de «el corazón tiene razones que la razón no entiende», Shakespeare  va más allá: sólo cuando se ama, la razón se orienta, prepara y capacita para conocer adecuadamente a la persona en su existencia más auténtica. El corazón que ama tiene la razón y contiene las razones y motivos que iluminan el objeto de lo que la razón «ve». La razón va un paso detrás... (pero «va»). 

Aquí tres versiones de las últimas dos estrofas del poema: la original, una traducción «profesional» de Edison Simons y una más libre. 

The Phoenix and the Turtle

Reason, in itself confounded
Saw división grow together
To themselves yet either-niether 
Simple were so well compounded
That it cried how true a twain
Seemeth this concordant one!
Love hath reason, reason none
If what parts can so remain


El Fenix y la Paloma (trad. Edison Simons)
La razón, en sí misma confundida
Vio junta crecer la división
Ante sí mismos, ni uno ni otro empero 
Tan bien compuestos estaban los simples
Que ella gritó: ¡cuán verdadero par
Parece este uno concordante!
El Amor tiene razón, la razón ninguna
Si así pueden quedar las partes

Traducción «libre»
La razón se confunde a ella misma
Pues vio simultáneamente a dos separados
Pero ante ellos mismos, sin embargo,
ni el uno ni el otro lo estaban 
Así, tan unidos vivían esos individuos
Que ella gritó: «¡qué verdadero par
parecen existir en un con-corazón (concordante)»!
El amor tenía la razón, la razón no
Si es que así de unidas pueden permanecer dos partes.
La razón se pasma ante la unidad de corazón, «con-cordancia», que sobrepasa al primer dato racional: la muerte los ha separado. No se trata, como Pascal, que la razón no tenga motivos y el amor sí, o que los motivos de ambos sean contrarios. Se trata más bien que el amor tiene las razones verdaderas y ofrece las verdaderas razones para «ser de verdad». En inglés se utiliza la expresión «ser de verdad» para decir «ser fiel». 

Dicho de otra forma: el amor muestra el valor y dignidad de la otra persona, la hace «más» inteligible o mas bien, «auténticamente» inteligible.

Como mis papás cumplen 42 años de casados el 14 de agosto, les regalo esta entrada.


1971-2013
Creditos Finales: La idea la tomé de un artículo de John Finnis, «Foundations of practical reason revisited». American Journal of Jurisprudence, vol. 50, 2005. En Español se publicó en «Persona y Derecho» como «Revisando los fundamentos de la razón práctica», vol 64, 2011; la traducción es de Carlos Massini. 


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