Versión Americana... el Reino Desaparecido está «allá» |
Al pensar en «países» podríamos comprenderlos desde aquello que sí ha funcionado, dando por supuesto que algo por «estar ahí», deberá «seguirán ahí». Davies recuerda que el hilo hacia el pasado de lo que sí ha funcionado –o mejor dicho de lo que ha llegado hasta nosotros- se ha tensado junto con otros proyectos que se han intentado y no han funcionado y con otros que funcionaron pero han dejado de existir.
Desde Heráclito, dice Davies, la historia de occidente se comprende con un inevitable componente de transitoriedad. Sobre los estados, al igual que los hombres, pesa una sentencia de muerte. Es el «Mené, Tequel, Parsín» del que habla el Profeta Daniel «Has sido medido, has sido pesado, serás dividido». En Europa, por ejemplo, en los últimos 30 años han desaparecido la Alemania Oriental, la Unión Soviética, Checoslovaquia y Yugoslavia.
La versión europea: el Reino Desaparido está «aquí» |
En las fiestas de Independencia -o la búsqueda de una como lo hacen los Catalanes el 11-IX (aquí)- se celebra la tensión entre lo que sí somos y ha funcionado como país, con nuestra inevitable transitoriedad como modelo político: nuestra condena a ser reino desaparecido. En otras palabras, lo único permanente de un modelo político, con su estructura gubernamental y legal, con todo y su escala de valores y vida cultural,... es su transitoriedad.
¿Vale la pena empeñar la vida, trabajar y preocuparse por algo tan provisional? Benedicto XVI explica a cada generación le corresponde asimilar la tradición y la cultura a partir de su reflexión sobre los principios, proyectos y valores que heredó de la generación que lo educó. Después, buscará, una y otra vez, cómo organizar justamente la vida de «su» comunidad presente. Una tarea que nunca se verá terminada, requerirá esfuerzo y que tal vez termine en un reino desaparecido.
Encontré este video de 2000 años de historia de Europa y sus reinos desaparecidos: