«The Phoenix and the Turtle» es un poema de Shakespeare (aquí lo que dice Wikipedia) donde describe con asombro lo que sucede cuando muere uno de los «amantes perfectos». Los que se aman, dos seres «separados» en su individualidad, sólo se compre[he]nden a sí mismos como «concordes».
Si Pascal se conforma con aquello de «el corazón tiene razones que la razón no entiende», Shakespeare va más allá: sólo cuando se ama, la razón se orienta, prepara y capacita para conocer adecuadamente a la persona en su existencia más auténtica. El corazón que ama tiene la razón y contiene las razones y motivos que iluminan el objeto de lo que la razón «ve». La razón va un paso detrás... (pero «va»).
Aquí tres versiones de las últimas dos estrofas del poema: la original, una traducción «profesional» de Edison Simons y una más libre.
The Phoenix and the Turtle
Reason, in itself confoundedSaw división grow togetherTo themselves yet either-niether
Simple were so well compoundedThat it cried how true a twainSeemeth this concordant one!Love hath reason, reason noneIf what parts can so remain
El Fenix y la Paloma (trad. Edison Simons)La razón, en sí misma confundidaVio junta crecer la divisiónAnte sí mismos, ni uno ni otro empero
Tan bien compuestos estaban los simplesQue ella gritó: ¡cuán verdadero parParece este uno concordante!El Amor tiene razón, la razón ningunaSi así pueden quedar las partesTraducción «libre»La razón se confunde a ella mismaPues vio simultáneamente a dos separadosPero ante ellos mismos, sin embargo,ni el uno ni el otro lo estaban
Así, tan unidos vivían esos individuosQue ella gritó: «¡qué verdadero parparecen existir en un con-corazón (concordante)»!El amor tenía la razón, la razón noSi es que así de unidas pueden permanecer dos partes.
La razón se pasma ante la unidad de corazón, «con-cordancia», que sobrepasa al primer dato racional: la muerte los ha separado. No se trata, como Pascal, que la razón no tenga motivos y el amor sí, o que los motivos de ambos sean contrarios. Se trata más bien que el amor tiene las razones verdaderas y ofrece las verdaderas razones para «ser de verdad». En inglés se utiliza la expresión «ser de verdad» para decir «ser fiel».
Dicho de otra forma: el amor muestra el valor y dignidad de la otra persona, la hace «más» inteligible o mas bien, «auténticamente» inteligible.
Como mis papás cumplen 42 años de casados el 14 de agosto, les regalo esta entrada.
Creditos Finales: La idea la tomé de un artículo de John Finnis, «Foundations of practical reason revisited». American Journal of Jurisprudence, vol. 50, 2005. En Español se publicó en «Persona y Derecho» como «Revisando los fundamentos de la razón práctica», vol 64, 2011; la traducción es de Carlos Massini.
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