Aquí va este post que me encontré aquí. Algo pasa con Feisbuc que no me deja colgarlo. A ver si se puede al trascribirlo. Entre corchetes explico por si ayuda a entender la referencia.
El post que viene a continuación es un poquito diferente a lo que os tengo acostumbrados y es que va dirigido a un evento tan concreto que solamente lo entenderán del todo los alumnos, graduados, empleados o miembros adscritos a la Universidad de Navarra. Si el resto queréis leerlo adelante, pero no os sorprendáis si no entendéis alguna cosa o si la imagen con la que os quedáis es la de la falsedad de los unavers porque no hay nada más lejos de la realidad (hipócritas hay en todas partes, pero en general somos buena gente). Estamos de exámenes y necesitamos despejarnos, eso es todo.
Y los que lo entendáis... por favor, pillad el tono sarcástico pero desenfadado del texto. No pretendo ni meterme con alguien en concreto, ni dármelas de nada, es simplemente una constatación (más o menos objetiva) de algo que llevo presenciando cada año y que me apetece compartir porque muchos de nosotros lo hemos comentado siempre y he pensado que estaría bien ponerlo por escrito. Si además os sentís identificados con algo (que es por otra parte inevitable) pues oye, bendita diversidad, nadie es perfecto y riámonos de la situación. Yo soy la primera "clasificable".
Allá vamos: en mi universidad tenemos la sana costumbre de celebrar la novena a la Inmaculada que como su propio nombre indica se hace durante nueve días, del 30-8 de diciembre, mediante una misa diaria en nuestro polideportivo, vestido para la ocasión. Ahí nos reunimos cantidades ingentes de profesores, padres, alumnos o trabajadores de la universidad. Dado que con esto de Bolonia el calendario de exámenes finales se adelantó a diciembre, es un muy momento para desconectar de las horas de estudio a última hora del día y aprovechar para echar unos rezos que nunca vienen mal.
Pero a lo que vamos, ¿qué tipos de personas te encuentras realmente en la novena?
1. Los ojeadores (y no precisamente deportivos) son, o al menos eso se dice, el grupo más extendido y los más fáciles de distinguir. El ojeador común va a la novena con un solo propósito: fichar. Y ya si le sobra tiempo, pues escuchar lo que está diciendo el cura. Los reconocerás porque suelen ir en grupo y por lo general impecablemente vestidos ellos y muy bien maquilladas ellas. El pelo lo llevan cuidadosamente limpio y cepillado; están las que lo llevan suelto y no paran de colocárselo y ahuecárselo durante toda la misa o las que llevan unos recogidos que harían sombra a la princesa Leia. Sus intenciones no son malas, quieren ir "a ver quién hay", a ver qué se cuece, a ver si X o Y son de los que van o de los que pasan. Este tipo de gente son también muy de la misa de 20.15 en la CUN [Clínica Universitaria] durante cualquier domingo año. Para todo lo demás, Mastecard.
2. Los ingenuos: Son ese tipo de personas que llevan fatal los exámenes, pero fatal, fatal. Y van a ver si al menos yendo todos los días a misa durante nueve días, esos conocimientos que hay en los libros que no han tocado durante tres meses son adquiridos por inspiración divina. En el momento de la acción de gracias guardan un silencio que ya quisieran algunos monjes cartujos y la cara de circunstancia que ponen yendo a comulgar es para acercarte por detrás y preguntarles si les pasa algo. Suelen frecuentar las primeras filas. Nada más que añadir. Suerte en junio [La segunda vuelta].
3. Las románticas: Aunque muchas empiezan en este grupo en su primero, es probable que si tienen dos dedos de frente, lo vayan abandonando durante el resto de la carrera. Pero aún así, siempre están las que todavía creen que conocerán a su futuro marido entre esas paredes. Pobrecillas. Como si a la salida fuesen a chocarse con alguien, a dejar caer los papeles y al empezar a recoger encontrarse con unas manos (SUS manos, las manos del chico ese de la cuarta grada, alto, moreno, de cuarto o quinto de la doble y con el jersey verde) y fuesen a saltar chispas de amor. Queridas, despertad. ESO no pasa. Es decir, sí, se te podrán caer los folios y sí podrá acercarse alguien a ayudarte pero NUNCA será ese chico de la cuarta grada, ¿por qué? Bueno, hay infinitos motivos, pero en la mayoría de los casos porque el susodicho tiene novia o algún otro tipo de compromiso de esos que tiene la gente en la unav y los hace intocables (you know what I mean). El resto se mantendrá a una distancia prudente, haciendo como que no ha visto nada. Lo mejor es que los recojas rápido y te escabullas entre la gente.
4. Los fiestas: Los fiestas son la caña, son esas personas que van a la novena como quien queda en el [100] Montaditos [sería como las Wings Army] para echarse unas birras después de las horas de biblioteca. Suelen ponerse arriba (de pie o en las gradas) y se pasan la misa sonriendo, comentando la jugada con el de al lado y esperando a que llegue el final para fumarse el piti con los colegas. Muchas de las románticas suelen tener "flechazos noveneros" con ellos y suspiran cada vez que les ven "¡tía mira, Juan y Pepe van a misa!" por favor chicas, no me seáis tan fáciles, seguramente son de los que luego no pisan una iglesia durante el resto del año (EH, existen los fiestas cumplidores, de domingos y fiestas de guardar pero por lo general, y esto lo aprenderéis con el tiempo y la experiencia, la novena NO es un indicativo de la fe de nadie).
5. Los novios: Este grupo creo que no merece grandes explicaciones. Parejas de novios que bajan juntos, se sientan juntos, asienten juntos, comulgan juntos (que mis amigos ennoviados no me odien, no es nada personal). Algunas parejas son ya auténticos pre-matrimonios en toda regla: ella entra primero, mira, elige sitio, y arrastra a su querido hasta el lugar elegido. Él como todo buen novio, sumiso y obediente, lleva la carpeta de ella, su paraguas y si ya llevan muchos años, hasta su bolso. Qué buenazos sois algunos. Otras parejas son totalmente acarameladas, se dan las manos durante la homilía, se lanzan miradas azucaradas durante toda la misa y hacen que a los solteros de alrededor nos entren unas ganas inexplicables de ir a confesarnos y no aparecer hasta el "podéis ir en paz". También tenemos a las parejas recientes, esas que no llevan mucho saliendo juntas y para las que la novena es su primera "aparición en público", suelen llegar un poco tarde, cuando los demás ya están sentados y son la causa del chismorreo y chascarrillo general "¿has visto? ¡Laura y Jose están juntos!"
6. Las niñas (los niños menos, pero haberlos haylos) de bachiller: generalmente suelen tener hermanos, padres o amores platónicos (sobre todo amores platónicos) en la universidad y se consideran lo suficientemente mayores como para no ir a la novena del cole y bajar a la de la uni. Aunque algunas pretenden esconderse dejando el uniforme en casa, otras lucen orgullosas sus faldas escocesas y sus jerséis verdes con el barquito rojo de Fomento. Pero sus caras de emoción las delatan a todas. No pueden negar lo contentas que están de estar ahí y el poco tiempo que les queda para ser también universitarias de Barbour y Hunters.
7. Novatos: Como su propio nombre indica, suelen ser gente de primero de carrera. Normalmente de colegios mayores, que han acudido en masa a llamada de la sel... digo, de la novena. Van siempre en masa, como un rebaño de ovejas, eso les da una falsa sensación de seguridad "así ven que soy de Goimendi, o de Belagua" sin embargo una vez dentro se bloquean, les cuesta un verano decidir si arriba o abajo, izquierda o derecha, y son torpes por naturaleza. Empiezan a bajar las escaleras de las gradas y se tropiezan, les entra la risa, miran todo el rato hacia atrás para conseguir la aprobación del resto "¿aquí o más abajo? ay no sé ve tú primero". Para desgracia del resto se suelen poner abajo en las gradas, con tan mala suerte que no han leído los carteles de "por favor en la comunión dejen está fila libre y vayan arriba siguiendo la dirección de las flechas", y ¿qué ocurre? pues que llega la comunión y siempre hay alguien que no se entera que tiene que irse de esa fila, que molesta, que su presencia ahí es non grata. Pero nada, la tipa o el tipo ahí se queda; primero sentado y cuando ve que todo el mundo tiene que hacer el pino para esquivarle se pone de pie, como si pensase que eso arregla las cosas "¿pero no ve que ahí molesta y que todo el mundo se ha ido arriba? ¿no piensa moverse?" pues no oigan, por muy obvio que parezca el chico ahí se queda. En fin, el tiempo todo lo cura.
Podríamos hacer categorías más amplias para meter a padres, matrimonios, profesores e incluso a la gente que baja exclusivamente para ir a misa (inaudito lo sé, pero creedme que existen).
Bueno, espero que después de esto os hayan entrado más ganas de bajar a la novena (recordemos que el fin del blog es el apostolado cibernético indirecto) al menos para ver si localizáis a todos los tipos de personas. ¿Sabéis ya en que grupo estáis? Yo sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario