Esta entrada huele a pólvora... puro fusil. Las ideas las saqué de este video de @agalorda
Si toda la información ya está en internet, si es más rápido y seguro preguntarle a Google para conocer una información, ¿para qué sirve un profesor? ¿Por qué es indispensable la formación presencial ante un maestro, si puedo ver, a un click de distancia, las clases de los grandes profesores de las grandes universidades del mundo?
Pensemos en los alumnos. Generalmente, cada alumno es tal, por que ha de escribir el libro de su vida –quizá comienza o va un poco más avanzado, da igual-. La libreta de un alumno siempre muestra un letrero que dice “en construcción". «¿Cómo harás que tu vida valga la pena vivirse y ponerse por escrito? ¿Cuál es esa gran aventura que escribirás con tu vida?» Para hacer eso, todos necesitamos profesores inspiradores que ayuden a soñar alto y al mismo tiempo nos den las herramientas y la energía interior para ponernos a escribir cada párrafo de nuestra vida.
En este contexto, ¿qué se espera de un profesor? ¿En qué aspecto un necesitamos un maestro real, no virtual? Una respuesta desafiante dada por un alumno es esta: «Enséñame algo que no pueda encontrar en Google, algo que no pueda bajar de internet o algo que no me va a llegar por redes sociales».
La respuesta de un amigo es esta: el profesor es relevante si es inspirador. Inspirar no es deslumbrar ocasionalmente con un curriculum o con la erudición del que dispara datos a gran velocidad, o se encumbra a costa de sus alumnos. Tampoco inspira el que comparte vídeos motivaciones, dice frases bonitas o vive de su prestigio adquirido -incluso lo ganó justamente-. Inspira quien libera los resortes interiores del alumno, lo mueve a cambiar sus hábito… quien transforma.
¿Cuáles son los rasgos de un profesor inspirador? Álvaro González-Alorda sugiere tres:
(1) Experimenta: es una persona innovadora en el aprendizaje. Entiende que los alumnos están a un click para salirse, aunque sea con la cabeza, de su clase. El profesor inspirador es quien diseña experiencias retadoras de aprendizaje.
(2) Conversador. Dedica tiempo gratuito, no remunerado. Josef Piper escribió: “La mirada del quien ama no es una mirada realista”. Quien ama no hace una hoja de contabilidad con aciertos y errores y a base de sumas y restas concluye que es rentable querer. En ese sentido, cuando alguien ama, cuando es el profesor inspirador quien quiere a sus alumnos, lo que dice sin necesidad de palabras es «veo el talento que hay en ti. Veo a esa persona desplegada en el futuro, y como ya lo vi, te entrego esa posibilidad. Éste podrás ser tú. Vi que el mundo sería peor si tu no despliegas tus alas. El mundo te necesita, naciste para ello”. Esa mirada no la puedo bajar de google ni verla en una aplicación del teléfono.
(3) Integridad. El profesor ha de ser creíble no sólo por que sabe de su materia, sino por que al menos lucha por ser honesto. Sin esa cualidad, tendríamos que dudar de la afirmación “veo el potencial que tienes”. Le faltaría sinceridad. ¿Cómo evaluar si como profesor soy íntegro? Algunas preguntas que ayudan: ¿tengo valores superiores a mi mismo? ¿Estoy dispuesto a empeñarme por “causas perdidas” como decía Borges? ¿Vivo como pienso? ¿Hago lo que digo? ¿En todos mis ámbitos de la vida o tengo mis huecos donde soy mala persona? Si ponemos atención, nos daremos cuenta que nadie está a la altura. ¿Y cómo pedirle a un alumno que sueñe por algo que vale la pena en su vida, si también tengo defectos? El profesor que pide perdón y cumple compromisos concretos, tendrá la fuerza interior para sugerir a otro que cambie.
Por todo eso, educar es distinto a instruir, aunque la segunda es indispensable para que se dé la primera. La instrucción nos enseña a contar; la educación, a que puedan contar con nosotros. La instrucción nos permite leer un libro; la educación, leer nuestro propio destino. Si el profesor sólo instruye, y el maestro es el que inspira y educa realmente, entonces el profesor enseña “qué son las cosas”; el maestro, “quién soy yo”. El profesor te cambia las ideas; el maestro te cambia la vida.»
En Google no es posible enseñar cómo borrar de nuestro mapa interior la palabra Desconocido para remplazarla por una personalidad llena de sentido y significado que se despliega hacia el futuro.
A los maestros, muchas felicidades en su día. Así que como colega, los animo a repensar nuestro trabajo diario. Están en juego los sueños de muchas personas. Si no lo hacemos bien, entonces sí, Google será más importante que nosotros.
Excelente artículo... Gracias por mostrarnos lo que se supone que ya sabemos, ahora es el tiempo de pensar si en verdad lo vivimos.
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