jueves, 14 de agosto de 2014

Primo Louie: el rey de la tontera que divierte.

Hay en la versión de Disney de "El libro de la selva" un personaje cuya loquera lo hace divertido: El rey Louie. Un maestro de la manipulación, del pan y circo.

Como es sabido, sus monos secuestran a Mowgli por que piensan que pueden robarle tecnología: producción del fuego. Con el dominio de esa técnica, podrán ser el clan más poderoso. Shere Khan, la amenaza más peligrosa de la jungla, teme al fuego. Si el tigre feroz huye del fuego controlado por los los simios, serán ellos quienes dominan al resto de animales. Pero Mowgli no sabe hacer fuego.




En la novela original, Kipling insiste que los monos no tienen rey o una sociedad estructurada y reconocible en una autoridad. Son un clan sin racionalidad ni ley. Aunque en la versión de Disney, el primo Loui es presentado como un Rey -que vive a todo dar y procura que sus súbditos la pasen también bien-, es significativo que en ambas versiones el punto de partida es claramente la no humanidad de quien vive no guiado por la razón. Es precisamente el punto de partida del argumento de la escena: quiero ser hombre. ¿Y qué características ve el simio en la comunidad humana?

De entrada, Loui lo dice cantando: quiere andar erguido, caminar derecho; vivir junto con otros a través del diálogo, abandonar la irracionalidad y locura del mundo de los simios. Estas características no valdrían la pena, si no logra a través de la técnica, el control del poder representado por el fuego.  En el fondo, tampoco tan en el fondo, al Rey Loui le interesa sólo para dominar y afianzarse en el poder. La razón, el derecho y el diálogo, son para él un medio técnico -como lo es también el dominio sobre el fuego- para ser más fuerte y lograr el dominio sobre el resto. 

Louie utiliza una común herramienta del tirano: la tontera que divierte, la superficialidad que entretiene, la fiesta que celebra los clichés de lo «normal» del «así lo hacen todos»-, con que se protege el demagogo. Hannah Arendt reconocía que la tragedia nazi fue posible por que hubo muchos que sin ser pervertidos, ni sádicos, eran ciudadanos comunes y corrientes «Terrible y aterradoramente "normales"»: personas camufladas en la normalidad de los lugares comunes que el tirano logra concretar en un discurso simple y aparentemente coherente.  

La escena del Rey Louie retrata en su sencillez -en su divertida sencillez- la máscara del demagogo: es el rey de la tontera que divierte, se perpetúa en el poder como bufón de la superficialidad: es el político que manipula a través de la fiesta y se interesa por la razón y el derecho como modo de controlar el poder que lo encumbra.



Hoy -14 de agosto- mis padres cumplen años de casados. Recuerdo haber visto esta película de niño junto a ellos y cómo se divertía mi jefe con el Rey Louie y Baloo. A ellos les dedico este comentario

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