jueves, 6 de agosto de 2015

La bomba que no acabó a Bun Hashizume


La CBBC publicó un video con este testimonio de Bun Hashizume, quien sobrevivió a la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima. Hoy se cumplen 70 años. Este es su recuerdo que he traducido como narración "desde fuera" para decirlo en el radio. 

Bun Hashizume tenía 14 años y vivía en Hiroshima (Japón). Sobre un árbol contemplaba el mar y soñaba junto a sus amigos como cualquier joven: ¿Qué seremos de grandes? ¿Qué tiene preparado el destino para nosotros? -"¡Escritor!" dijo uno de sus amigos. -"Y yo poeta", respondió Bun

La mañana en que cayó la bomba, recuerda Hashizume, fue como cualquier otro día. Bun se despidió de su madre y fue a trabajar a la oficina de comunicaciones del ejército japonés. La mayoría de los jóvenes peleaban en los campos de batalla y las chicas como Hashizume dejaron la escuela para colaborar con responsabilidades administrativas.

En algún momento de la mañana, se levantó a ver la ciudad desde la ventana del tercer piso cuando vio un resplandor intenso. Pensó que el sol se había desplomado frente a sus ojos. En un instante vio que la luz parecía ahora un arcoiris misterioso y terrible. Fue el momento en que la bomba explotó.

Bun recuerda que quizá perdió el conocimiento. Cuando despertó ya no estaba junto a la ventana. Se había golpeado la cabeza, pero aún así pudo levantarse y salir del edificio. Una mujer le ayudó a ir al hospital. La ciudad estaba en ruinas. Completamente destruida: ya no había edificios de pie, ni niños corriendo en las calles, ni palomas adornando en el cielo. Sólo personas que deambulaban aturdidas, cubiertas de cenizas.

Al día siguiente despertó sin saber la hora. Extrañaba a su madre. Se puso de pie como pudo y caminó a su casa. El fuego todavía ardía en Hiroshima. Cuando se acercó al sitio donde estuvo su casa, vio a lo lejos a tres personas que se acercaban: "¡Eres tu!". Era de su madre. Con ella estaba su hermana y su tía. Su hermano, acababa de morir. Todo parecía un sueño. Era incapaz de entender lo que había sucedido.

Seis años después, Bun dejó Hiroshima. Por años fue incapaz de articular y explicar lo que había sucedido. Fue cuando puso por obra su ilusión de ser poeta y compartir lo que había vivido. La radiación producida por la bomba le produjo enfermedades toda su vida: dolores de cabeza, cansancio crónico. Bun se casó, pudo tener tres hijos y ya tiene cuatro nietos. 
"Hablo con ellos todo lo que puedo -concluye Hashizume-. A pesar de todo no guardo rencor a quienes lanzaron la bomba. Puedo decir que he sido capaz de ver lo increíble que pueden llegar a ser los seres humanos incluso después de haber perdido todo. Sin embargo, no puedo olvidar el hecho que fueron otros seres humanos quienes dejaron caer una bomba atómica sobre otros seres humanos"
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Este es el video. Vale la pena verlo.




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