miércoles, 29 de junio de 2016

Notas de celebración por un cumpleaños


No tengo muchas citas, pero ayudan a ir más allá del simple «Feliz cumpleaños, pásala súper» de las redes sociales. La primera es una nota que la madre Gilbert Keith le envió cuando cumplió 21. Era 1895, cuando la Sra. Chésterton escribió:
«Tengo el corazón lleno de agradecimiento a Dios por el día que naciste y por el día que has llegado a la mayoría de edad. Te deseo una vida larga, útil y feliz. Que Dios te la conceda. Nada de lo que yo diga o haga podría expresarte mi amor y el gozo de tener un hijo como tú».
Una más de Chésterton. Lo mejor de un cumpleaños es alegrarse por el festejado, sin que él haya  originado la fiesta. Se celebran un don que otros han hecho al celebrado:
«The first fact about the celebration of a birthday is that it is a way of affirming defiantly, and even flamboyantly, that it is a good thing to be alive. . . . But there is a second fact about Birthdays, and the birth-song of all creation, a fact which really follows on this [...] The point of that fact is simply that it is a fact. In being glad about my Birthday, I am being glad about something which I did not myself bring about.»
O también esta otra del panzón, tal vez demasiado ñoña a la que debamos agregar un ¡Feliz cumpleaños!:
 «Toda la ciencia, incluso la ciencia divina, es una novela policíaca sublime, solo que no se trata aquí de averiguar por qué ha muerto un hombre, sino el misterio aún más oculto de porqué está vivo».
Ahora esta del cumpleaños 101 de Bilbo Bolsón en El señor de los anillos –obviamente es Tolkien, no Chésterton-:
«Hoy es mi cumpleaños centesimodecimoprimero: ¡tengo ciento once años! Deseo que lo estén pasando tan bien como yo. ¡No les distraeré mucho tiempo! Los he reunido a todos [...] para poder decirles lo mucho que los quiero y lo breves que son ciento once años entre hobbits tan maravillosos y admirables. No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes se merecen»
Aunque no tiene que ver mucho con celebrar la vida como un don, sí de acompañarlo con algún fruto de vegetal. Estas dos estrofas están tomadas de La Taberna Errante de Chésterton –otra vez-, donde narra la desventura de unos borrachines que buscan cómo sacarle la vuelta a una ley contra las bebidas alcoholicas:
Pero lo que decía es que beber licores fermentados es el triunfo del vegetarianismo. ¡Eso me da una idea! Podría componer una canción sobre el tema, como por ejemplo: 
Soy de los que beben ron
a la moda marinera,
y cerveza en garrafón
a la moda de Baviera.
También le tengo afición
a la ginebra y al vino
pues si son de vegetales
todos los zumos combino.

Más adelante este canto evocando la borrachera de Noe:
El cielo se venía abajo hecho raudales:
los astros palpitaban en turbios barrizales,
quizá ya se apagan los fuegos infernales.
El pico mas enhiesto rendido a su sino...
Noé, a pesar de todo, sereno y sin temor
alzaba a Dios los ojos, rezando con fervor:
Por fuera corra el agua, por dentro corra el vino 
¡Feliz cumpleaños!

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